El trabajo incansable de las asambleas y organizaciones integrantes de la Coordinadora Basta es Basta, insiste en la Corte Suprema para frenar los agrotóxicos en Entre Ríos.
En plena crisis ambiental seguimos batallando en la Justicia. La semana pasada presentamos un recurso de queja en la Corte Suprema de Justicia de la Nación tras haber tenido un fallo en contra por parte del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (STJ) respecto del amparo ambiental que pedía alejar los agrotóxicos para resguardar la salud de las poblaciones, presentado en febrero de este año, fallando a favor de los demandados (la comuna de Colonia Avigdor y el Gobierno de la provincia) y nos condenó a pagar las costas de un amparo ambiental colectivo con claro intento disciplinatorio, para luego rechazar el recurso extraordinario presentado, tal como era de esperarse.
Nuestras acciones “a fin de proteger efectivamente el interés general” se dan en distintos ámbitos, con el objetivo de generar conciencia colectiva no sólo de lo ya evidente y palpable (los efectos dañinos sobre la salud y el ambiente de los agrotóxicos) sino también de la necesidad de políticas públicas que atiendan estos reclamos ante los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que siguen una misma línea en relación con lo que le dictan los sectores económicos promotores y beneficiarios de extractivismo en la provincia. Hemos dejado en evidencia a quienes responden los tres poderes del Estado y cuáles son sus verdaderas intenciones más allá del hipócrita discurso eleccionario en torno a un supuesto cuidado de la salud de entrerrianos y entrerrianas.
Quienes apoyaron el amparo y festejaron el fallo del juzgado de primera instancia Civil, Comercial y Laboral de La Paz, luego quedaron con el sabor amargo de ver cómo el STJ fallaba en contra de la salud de las poblaciones, tergiversando la legislación ambiental y reduciéndola a un contradictorio propio del proceso civil. Así, buscaron cualquier artilugio jurídico para fundamentar su decisión, olvidando que “el derecho ambiental tiene por fin la efectiva protección de la salud pública, no el uso estratégico de la legislación de rango menor existente para facilitar la contaminación”. Frente a eso les decimos: ¡No nos rendiremos! ¡Iremos a los tribunales internacionales si es necesario! Bajar los brazos jamás estuvo en nuestros planes. Buscaremos todas y las mejores estrategias para seguir batallando, porque es una obligación moral, un compromiso con estas generaciones y con nuestro tiempo. Mientras conmueve a todo Entre Ríos la batalla de madres con sus hijos cuando el Estado no se hace cargo de los millonarios tratamientos oncológicos, del que sí se hace cargo la solidaridad entrerriana. Pero tenemos que atacar las causas que generan daño genético en la gurisada!! En plena emergencia socio-ambiental, seguimos diciendo basta de genotóxicos, basta de cáncer, basta es basta.