Opinión de la Coordinadora Basta es Basta
#SomosResponsables
Hoy martes 7 de abril de 2020 nuestra ronda consiste en publicar
1) El estudio crítico sobre derivas de agrotóxicos del ingeniero Tomasoni, que integró la prueba científica que respalda nuestro amparo por la protección de escuelas rurales en Entre Ríos.
2) Video de su presentación en la Cámara de Diputados de Entre Ríos.
Denunciamos que el INTA y el Ministerio de Agricultura promueven estudios de derivas con graves falencias científicas para avalar distancias de menos de 100 metros de resguardo ambiental con técnicas que no se corresponden con el comportamiento en el ambiente de estos agrotóxicos.
Como agravante, estos informes
pseudocientíficos son la principal prueba judicial contra las
poblaciones afectadas que reclaman entre 1000 y 3000 metros de protección
para la salud pública y los cursos de agua.
Sin embargo, en su
último trabajo, el ingeniero químico Marcos Tomasoni demuestra que las
dos principales técnicas avaladas por el INTA y el Ministerio de Agricultura no representan el fenómeno de
pulverización de plaguicidas. Dice Tomasoni "intentar
demostrar que las moléculas de los agroquímicos, una vez arrojadas al
ambiente se quedan “quietitas” at eternum en el suelo o el cultivo, o
que solo se mueven 11 metros es cuanto menos, una conclusión falsa para la complejidad de posibilidades que involucran el movimiento de los agroquímicos en el ambiente luego de las aplicaciones. El movimiento de los plaguicidas en el ambiente es incontrolable".
1) CRITICAS A LOS TRABAJOS DE DERIVAS DEL
MINISTERIO DE AGRICULTURA DE LA NACION (2012) E INTA OLIVEROS (2016)
Introducción
En el
presente escrito hago una breve exposición sobre los puntos
principales de mi trabajo de Derivas de Agroquímicos, como base de
abordaje para lecturas críticas sobre los estudios de derivas que el
Ministerio de Agricultura de Nación (MAGyP) desarrolló en el año
2012, y otro de INTA Oliveros del año 2016. Este informe surge con
el ánimo de convidar estas lecturas a todos aquellos actores de
causas ambientales relacionadas a contaminación con agroquímicos,
que se encuentran ante estos trabajos como fundamentos principales
para permitir las aplicaciones de plaguicidas en todo el territorio
agrícola de nuestro país a metros de de sus hijes.
En
particular, este trabajo surge como lectura de actuaciones y trabajos
presentados en la causa denominada Autos: “FORO ECOLOGISTA DE
PARANÁ Y OTRO C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS (2)
S/ ACCION DE AMPARO” – Expte. Nº 9850, que busca prohibir las
aplicaciones de plaguicidas en cercanías a colegios rurales de la
provincia de Entre Ríos.
Informe: Ingeniero Químico. Marcos Tomasoni
.Desde
hace años, sectores sociales, abogados/as, técnicas/os, y familias
en general llevan adelante acciones y demandas en los territorios y
en los poderes del estado, para alejar los venenos del agronegocio de
las vidas y el aire de las poblaciones. Del otro lado, una ingeniería
insistente impide, desmantela debates, y argumenta con bibliografía
técnica falente, para negar lo evidente. Es imposible ocultar lo
extremadamente obvio: el movimiento de los plaguicidas en el
ambiente es incontrolable, y a causa de esto, las
pulverizaciones de millones de litros de estas sustancias está
generando efectos nocivos en el ambiente de nuestro país desde hace
tres décadas. Así nos encontramos con la producción o promoción
de trabajos de investigación, que lejos de arrojar luz sobre el
tema, confunden a quienes terminan tomando medidas legales o
judiciales, las que, como consecuencia, agudizan el contacto entre
poblaciones y agroquímicos.
El Inta y el Ministerio de Agricultura sostienen que las partículas de agrotóxicos apenas se desplazan 11 metros. |
Los
fundamentos acerca del movimiento de los plaguicidas en el ambiente,
llamado derivas, que la corporación del agronegocio presentó
en esta causa, solo tienen un punto de solvencia, en términos de
evidencia científico-técnica, para explicar el desplazamiento de
una gota de deriva primaria. Más sabemos que esa cuota parte de
deriva, en la mayoría de los casos, no representa ni el 5% del
problema. Intentar demostrar que las moléculas de los agroquímicos,
una vez arrojadas al ambiente se quedan inmovilizadas at eternum
en el suelo o el cultivo, o que solo se desplazan 11 metros,
es cuanto menos, una conclusión falsa para la complejidad de
posibilidades que involucran el movimiento de los agroquímicos en el
ambiente luego de las aplicaciones.
Cabe
aclarar que me he encontrado con los trabajos que voy a cuestionar
aquí, en varias instancias judiciales y legislativas, como
fundamentos científicos para permitir las aplicaciones de
agroquímicos sobre las poblaciones. El Trabajo del MAGyP1
(que lo llamo así, más fue realizado y firmado en sociedad con
CASAFE2,
INTA3,
SENASA4,
CFF5,
AACREA6,
AAPRESID7,
CIAFA8,
FADIA9,
FeArCA10,
FAUBA11,
CPIA12,
y MAGyA13)
viene dando vuelta en los debates como un “mandato” del Estado,
cuando solo lleva el nombre de “Pautas”. Quienes conozcan de
jerarquías de normativas, sabrán que una “Pauta” promulgada por
alguna cartera del Estado, apenas tiene el mismo peso que una
sugerencia. Mas, es de dudar por qué este trabajo que Nación esboza
con el fin de influenciar los debates sobre regulación de
plaguicidas, fue realizado en connivencia con las Cámaras
Empresariales de agroquímicos, las Universidades que poseen carreras
del Agronegocio, la Cámara de Aeroaplicadores, y algunos Colegios de
Ingenieros Agrónomos, entre otros, todos sectores beneficiados
comercialmente con la venta de agroquímicos, y no con sectores que
breguen por la salud de las poblaciones y el ambiente, o que
representen a la ciencia en su amplitud.
El
segundo documento que voy a citar, lo conocí específicamente en
esta Causa14,
nuevamente, como fundamento técnico de los escasos metros que puede
derivar una aplicación de plaguicidas, para permitir fumigar al lado
de las escuelas rurales de toda la Provincia de Entre Ríos. Este
trabajo publicado en nombre de INTA Oliveros, fue realizado
por profesionales de esa institución pública, más un profesional
que figura como asesor privado de CASAFE, y un profesional de
la Universidad Argentina de la Empresa.
Como
veremos más abajo, las derivas de agroquímicos, no son solo
incumbencia de la ingeniería agronómica. Tal vez, un profesional de
esa rama cuanto mucho pueda comprender una parte del fenómeno de
derivas, más para entenderlo en su totalidad debemos incorporar
visiones de la físicoquímica, la termodinámica,
la física de la atmósfera, la biología,
la climatología, la ingeniería ambiental,
entre otras.
Como
introduje, el espíritu de este documento es el de exponer la
metodología de los trabajos citados desde una perspectiva crítica,
para ampliar las visiones que nuestro pueblo se merece en el abordaje
de un tema que por su magnitud en el tiempo, se ha transformado en un
flagelo: hablo de la producción agrícola basada en insumos
químicos.
No es
la intención de este documento desvalorizar a los técnicos y
técnicas que participaron en estos trabajos, sino invitarles a
revisar el alcance de los mismos, y que ese alcance quede bien
explicitado en el cuerpo de las investigaciones, para que no sean
utilizados como fundamentos técnicos de normativas y fallos
judiciales, los que basados en ellos, sumen a poner en riesgo la vida
de seres humanos en nuestro país, y el mundo.
1
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Nación
2
Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes
3
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
4
Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria
5
Comisión Federal Fitosanitaria
6
Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación
Agrícola
7
Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa
8
Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos
9
Federación Argentina de Ingeniería Agronómica
10
Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas
11
Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires
12
Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos
13
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos de la pcia de
Córdoba
14
Autos: “FORO ECOLOGISTA DE PARANÁ Y OTRO C/ SUPERIOR GOBIERNO DE
LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS (2) S/ ACCION DE AMPARO” – Expte. Nº
9850
HABLEMOS DE TRES TIPOS DE DERIVAS
Volviendo
al tema que me compete, dejo disponible para quien aún no tenga
conocimiento de mi trabajo GENERACION DE DERIVAS DE PLAGUICIDAS,
que fue publicado en el año 2013 para la Red Universitaria de
Ambiente y Salud
(http://reduas.com.ar/generacion-de-derivas-de-plaguicidas/).
En este trabajo desarrollo que los principios fisicoquímicos en
relación a las sustancias agroquímicas, las prácticas de
aplicación, y el ambiente generan tres tipos de derivas de
plaguicidas en función al momento en que éstas se producen, a
saber:
- Deriva Primaria. Movimiento de las sustancias arrojadas que escapan de la parcela asperjada tanto en fase líquida (gotas) como en fase gaseosa (revolatilización), al momento de la aplicación;
- Deriva Secundaria: Movimiento de las sustancias arrojadas que escapan de la parcela asperjada principalmente en fase gaseosa (revolatilización), hasta 24 horas posterior al momento de la aplicación;
- Deriva Terciaria: Movimiento de las sustancias arrojadas que escapan de la parcela asperjada principalmente en fase gaseosa (revolatilización, polvillo ambiente, efecto saltamontes, otros), hasta un año o más posterior a la aplicación.
La
complejidad de fenómenos que producen una deriva es tal, que
involucra la interacción entre la fisicoquímica de las moléculas y
sustancias pulverizadas, los factores tecnológicos de la aplicación
(tamaño y tipo de pico de pulverizadora, velocidad de máquina, usos
de surfactantes y coadyuvantes, otros), y las variables del medio
(variación de la humedad y la temperatura ambiente, variación de
velocidad y dirección del viento, variación de radiación solar y
presión atmosférica, presencia de reversión térmica, entre
otros).
La
conjunción de estos factores al momento de la aplicación y
posterior a ella, producen el movimiento de los plaguicidas sin
posibilidad alguna del control humano sobre la deriva. Algunos
estudios, como el reportado por la Comisión Científica Ecuatoriana
(2010) realizado por el ing. Pérez para la empresa Syngenta,
sugieren que la gota más pequeña arrojada de 3 metros de altura
(aplicación aérea) podría recorrer más de 4800 metros en
condiciones normales de aplicación (deriva primaria). Este valor
surge de una ecuación que simula la deriva primaria en
función solo de altura de aplicación, tamaño de gota y velocidad
del viento. Aún con las limitaciones de la ecuación mencionada para
representar toda la fenomenología que produce una deriva de
plaguicida, es interesante ver que si calculamos el valor de la
deriva primaria de la gota más pequeña de una aplicación terrestre
con esta ecuación, los valores se acercan a 1500 metros. Aún
si consideramos valores más conservadores de las distancias de las
derivas de plaguicidas, como demuestra en su trabajo el Ingeniero
Leiva para INTA Pergamino en 2010, demuestra que las distancias de
una deriva de aplicación terrestre podrían aumentar hasta 5
veces en condiciones de reversión térmica. Recordemos que la
reversión térmica es un fenómeno de estabilidad de la capa de aire
atmosférico que está en contacto con el suelo (primeros 5 a 10
metros), por lo cual las sustancias que poseen la misma densidad que
el aire no pueden ascender ni descender hasta que dicho fenómeno no
acaba, sobrevolando a ras del suelo. Este fenómeno ocurre la mayoría
de días al año, en dos franjas horarias: antes de la salida del
sol, y posterior a su puesta.
En este
trabajo, desarrollo (soportado por una abultada bibliografía) que
las derivas, en tanto movimiento de las sustancias fuera de la
parcela asperjada, resulta de una compleja relación de variables
fisicoquímicas aportadas por el clima durante y posterior a la
aplicación, la naturaleza de los plaguicidas, y las prácticas y
tecnologías de aplicación. En este trabajo concluyo que la deriva
de una pulverización puede trasladarse hasta una distancia superior
a los 4800 metros, que es el máximo que puede recorrer la gota más
pequeña de una aplicación aérea en condiciones climáticas
óptimas. Lo interesante de estos aportes, es reconocer que una cuota
parte (en algunos casos pudiendo llegar al 90%) de los plaguicidas
escapan de las parcelas asperjadas en instancias posteriores al
trabajo de los operarios de la aplicación, lo que deja sin efecto a
la buena intención o práctica de los mismos. En resumen, la
deriva puede generarse posterior a la aplicación del plaguicida,
luego que la máquina aplicadora se ha retirado de la parcela, solo
por acción de variables atmosféricas sobre las gotas asperjadas,
ocasionando con esto derivas secundarias. Las
condiciones que generan estas derivas secundarias, son combinaciones
de variables climáticas comunes en épocas estivales (la época de
mayores labores de aplicación), como temperatura ambiente
superior a los 25ºC, vientos o brisas sobre la parcela, humedad
relativa ambiente menor al 60%, radiación solar alta, y reversión
térmica.
Para
graficar las probabilidades de estos eventos presentamos el gráfico
publicado por la Ing. Agr. Susana Hang, para la revista del Colegio
de Ingenieros Agrónomos de la Pcia. De Córdoba, en Octubre de 2010.
En el artículo, Hang explica "en el caso particular de los
herbicidas está demostrado que la eficiencia de uso es inferior al
20%, vale decir que buena parte del producto no cumple la función
específica aún cuando la aplicación se realice adecuadamente".
Luego en cuadro siguiente en la publicación aclara que el resto de
ese 20%, puede volatilizar (entre el 0-90%), ser absorbido por el
suelo (1-10%), lixiviar (1-5%), o ser arrastrado por erosión
(0-5%).
Gráfico Ing. Agr. Susana Hang, revista del Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Pcia. De Córdoba, Octubre de 2010 |
Principales formas en que un agroquímico puede convertirse en contaminante del ambiente
(Martini, P. 2008). Tomado de Hang (2010)
Cabe
aclarar que el movimiento del plaguicida puede darse por el
movimiento de las gotas asperjadas, pero mayor aún por el
paso a fase gaseosa del mismo (volatilización). Cuando el
movimiento es de las gotas asperjadas, puede tornarse visible y
lineal, es decir presentarse como el movimiento de una estela
nebulizada en una dirección, coincidente con la dirección del aire
(viento o brisa). Pero cuando se produce la volatilización del
producto, la deriva del mismo se torna un fenómeno invisible al
ojo humano, pudiendo darse en forma no-lineal (en múltiples
direcciones), ya que la sustancia en fase gaseosa se diluye en el
aire y se mueve con este en direcciones tanto horizontales como
verticales, llegando a distancias tan lejanas como diversas. Este
fenómeno puede progresar en formación de neblinas (nucleación y
posterior nebulización, formación de microgotas), fenómeno que
suele generarse antes de la salida del sol, moviendo el agroquímico
a distancias que superan los 10km. La volatilización
del plaguicida, al momento de la aplicación (reducción del tamaño
de la gota por evaporación) o posterior a la misma (deriva
secundaria) es la causa de que los plaguicidas se hallen luego en
aguas de lluvia, en aire ambiente, en el material particulado del
aire, y en cauces superficiales de ríos, entre otros. Como lo cito
en mi trabajo, el científico norteamericano Jacob en
su libro Introduction Atmospheric Chemistry, induce que un
contaminante vertido a la atmósfera podría viajar entre dos puntos
opuestos del planeta en 15 días, lo que equivaldría a decir que un
agroquímico arrojado en cualquier lugar de la provincia de Entre
Ríos (Sudamérica) podría llegar a Australia en 2 semanas. Esta
imagen pareciera exagerada, mas, fue constatada a fin de año pasado,
cuando los habitantes de nuestro país se vieron expuestos a los
humos y olores generados por los incendios en territorio australiano.
Para cerrar el paralelismo, debemos decir que las moléculas que
forman los olores dentro del humo son de la misma familia química
que los agroquímicos, es decir, sustancias orgánicas que poseen
entre 10 y 30 átomos de Carbono, Oxigeno, Hidrógeno, Nitrógeno,
Halógenos, entre otros, y esto les confiere comportamiento similar
para derivar en el aire.
Una
idea gráfica del movimiento de los agroquímicos en el aire luego de
la aplicación, se observa en la siguiente imagen, que formó parte
de una prueba técnica en el icónico Juicio de Barrio Ituzaingó
Anexo, realizado en la Ciudad de Córdoba en agosto de 2012, del que
fui testigo técnico. La misma es el resultado de una simulación
realizada para cuantificar el porcentaje de agroquímico que podría
dispersar alrededor del punto de aplicación, por deriva
secundaria una hora después de la pulverización, con
variables climática reales.
Los
colores de las nubes representan los valores en términos de
probabilidades de hallar la sustancia pulverizada (para este caso
Glifosato) en cercanía a la parcela asperjada, 1 hora después de la
aplicación. Se observa cómo la nube que representa el 17% del
producto llega a distancias que superan los 1200 metros. Es
de esperar que si esta simulación se dejara correr más horas esta
nube aumentaría sus dimensiones en función con la dirección del
viento predominante.
Tal vez
si solo apelásemos al sentido común, para entender qué es
una deriva secundaria y cómo se genera, podemos proponer a cualquier
persona que intente visibilizar un campo asperjado al retirarse la
máquina aplicadora. La imagen que le proponemos se acercará en
mayor o menor medida a la de un espacio rociado con microgotas,
semejante a lo que resultaría si asperjásemos nuestro jardín con
agua y un rociador multiuso.
.
Figura 4. Simulación de dispersión de herbicida post-siembra sobre Barrio Ituzaingó Anexo, Córdoba Capital, desarrollado con software HYSPLIT (Bonaparte, 2012)
Recordemos
que las aplicaciones de plaguicidas son un caldo,
mezcla de agua con principios activos de agroquímicos, surfactantes
y coadyuvantes. Estas últimas son sustancias que sumadas al caldo,
promueven propiedades del mismo con el fin de mejorar el tamaño y la
estabilidad de la gota, y hacer más eficiente la mezcla para su
función de afectar a las hierbas o microorganismos que deben matar.
Apelamos a esta imagen, para poder entender que a las horas de esta
escena, por acción del clima (aumento de la radiación solar,
aumento de la temperatura y disminución de la humedad ambiente,
disminución de la presión atmosférica, generación de vientos o
brisas, entre otros) la totalidad de estas gotas volatilizan, es
decir, pasan a fase gaseosa. Este fenómeno es independiente de
cualquier intención humana, de cualquier práctica agrícola por más
buena que quiera proponerse. Simplemente porque es solo función de
la fisicoquímica del caldo asperjado y el clima, y se produce en un
momento en que los seres humanos no podemos intervenir. Sumemos a
esto que la mayoría de las aplicaciones se realizan en temporada
estival, cuando todas las variables climáticas que favorecen esta
deriva secundaria (volatilización, pase a fase gaseosa), están
potenciadas. Nuevamente, este fenómeno está detallado en mi
trabajo, donde se explica cómo esta volatilización, cuando el clima
nocturno enfría el aire, promueve una nebulización que deja a los
agroquímicos sobrevolando a ras del suelo en una nube
líquida-gaseosa, la que, afectada por la reversión térmica, puede
estabilizarse y moverse a distancias que superan los 10 kilómetros.
Así,
los estudios de derivas y contaminantes en aire atmosférico orientan
que las zonas de resguardo ambiental de toda normativa que busque
minimizar el impacto de las derivas de plaguicidas sobre poblaciones
o ecosistemas sensibles, debe avanzar en prohibiciones que superen
los 1000 metros para aplicaciones terrestres y 2000 metros para
aplicaciones aéreas, cualquiera sea la categoría toxicológica
de las sustancias asperjadas.
ESTUDIOS DE DERIVAS DEL MAGyP e INTA
OLIVEROS
Como
fue desarrollado sobre base bibliográfica, la deriva de
agroquímicos es incontrolable, y orienta la toma de
decisiones en creación de zonas de amortiguamiento superiores a los
1000 metros de poblaciones.
Pero
desde el año 2012, se vienen publicando, o promoviendo, estudios que
intentan dar valores de derivas menores a los 100 metros, a saber.
Aquí desarrollaré dos de ellas, que son las que introduje más
arriba:
- Documento denominado “Pautas sobre Aplicación de productos fitosanitarios en áreas periurbanas”, realizado por el MAGyP de Nación y otros (2012);
- Evaluación de la exoderiva con aplicación terrestre. Massaro, R.A.1; Ettienot, A.2; y Piazza, A.3
Ing.
Agr. Profesional de INTA Oliveros, Santa Fe; 2. Ing. Agr. Asesor
Externo de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes de la
Rep. Argentina (CASAFE); 3. Ing. Agr. Docente de Ciencias Agrarias de
la Universidad Argentina de la Empresa.
Ambos
trabajos están basadas en 2 metodologías de determinación de
derivas que podrían resumirse como:
- Medición de deriva con tarjetas hidrosensibles;
- Medición de deriva con Cobre sobre placas de Petri.
A. Medición
de deriva con tarjetas hidrosensibles
Esta
técnica puede resumirse como una técnica visual cualitativa
para detectar gotas sobre una línea de distancia al punto asperjado.
La experiencia consta de simular una aplicación de plaguicidas,
reemplazando a esta sustancia por agua, en condiciones climáticas
específicas (las recomendadas por las Buenas Prácticas Agrícolas),
y detectando la deriva por el impacto de las gotas en tarjetas
hidrosensibles a distancias variables. Las tarjetas hidrosensibles
son elementos que poseen una sustancia que se colorea al contacto con
agua.
De esta
forma, se intenta medir la distancia de la deriva del agua
asperjada por el efecto de coloración de la tarjeta.
La
falencia de esta técnica para representar el fenómeno real
de derivas de agroquímicos tiene 2 puntos concretos:
- el primero es el de semejar el movimiento de las gotas de agua con el de gotas de plaguicidas,
- y el segundo es considerar la deriva como un fenómeno de impacto visible.
Para
echar luz sobre el primer punto, debemos decir que la naturaleza
química de las moléculas de plaguicidas les confiere un
comportamiento muy distinto a las de agua. Si bien una pulverización
a campo está diluida en agua, la deriva de los plaguicidas por
volatilización, que en algunos casos representa el 90% del fenómeno
de derivas no puede evaluarse por esta técnica.
Acerca
del segundo punto, esta técnica solo detecta una cuota parte de una
deriva de agua visible al ojo humano. Con el mismo fundamento que el
párrafo anterior, la mayor parte de las derivas de plaguicidas se da
por el movimiento en fase gaseosa de los caldos asperjados, lo que no
puede ser detectado al ojo humano.
Por
ambos fundamentos, esta técnica no es representativa del fenómeno
total de deriva de plaguicidas, y sus resultados son falentes para
cuantificar derivas de plaguicidas, resultan tendenciosos en el
interés de promover el uso y comercialización de plaguicidas, y
restringir el avance de normativas que protejan las poblaciones
cercanas a los campos asperjados, y minimicen la contaminación
ambiental por deriva de plaguicidas.
Los plaguicidas tienen un comportamiento muy distinto al agua |
B. Medición de deriva con COBRE sobre placas de Petri.
Esta
técnica se describe como la simulación de aplicación de
plaguicidas, donde se asperja con una solución de Sulfato de Cobre,
y se recoge la sustancia derivada en Cajas de Petri a diferentes
distancias, que luego son cuantificadas en laboratorio por la
medición del cobre metálico mediante Espectrofotometría de
Absorción Atómica.
Al
igual que la técnica anterior (tarjetas hidrosensibles), esta
técnica es falente para representar el fenómeno de deriva de
plaguicidas, principalmente por la diferencia tácita entre la
naturaleza fisicoquímica del Cobre metálico y la familia de los
plaguicidas. Para arrojar luz sobre esta diferencia, debemos
decir que los plaguicidas forman parte de la llamada “química
orgánica”, y el cobre metálico de la “química inorgánica”.
Ahondando más en estas diferencias, debemos decir que los
plaguicidas son una familia de moléculas (en algunos casos
neutras y en otros con cargas permanentes –sales-) formadas en su
mayoría por un número de entre 15 a 30 partículas (principalmente
átomos de Carbono, Nitrógeno, Hidrógeno, Oxígeno, Azufre,
Fosforo, Halógenos, otros), que tienen mayor afinidad con
matrices oleosas, y una fuerte tendencia a volatilizar en aire.
Por su
parte, el cobre metálico (Cu+2) es
una única partícula con carga neta positiva, parte de una sal para
este caso, que tiene total afinidad con matrices acuosas, y casi
nula tendencia a volatilizar en aire.
Podríamos
ahondar aún más en las diferencias fisicoquímicas entre los
plaguicidas y el cobre metálico, puesto que poseen una distancia
química abismal, pero solo con las mencionadas ya es tajante para
afirmar que el ensayo con Cobre metálico, aun siendo una
técnica cuantitativa, no representa el fenómeno de deriva de
plaguicidas en su totalidad. Cuanto mucho este ensayo podría
sugerir la deriva primaria de la fracción de fase líquida de la
aplicación (gotas ensayadas), pero nada puede orientar en
dimensionar la deriva primaria por volatilización de plaguicidas, ni
las derivas secundarias y terciarias, que suelen representar las de
las de mayor impacto y daño sobre las poblaciones afectadas.
CONCLUSIÓN
Los
fundamentos por el MAGyP e INTA Oliveros (entre otros) utilizados
para sugerir distancias de derivas menores a los 100m -estudios de
derivas basados en tarjetas hidrosensibles y cobre metálico-
resultan no representativos del fenómeno total de derivas de
plaguicidas. La problemática de las aplicaciones de plaguicidas es
más compleja aún que lo simulado en los estudios de derivas
presentados, puesto que existe un factor sinérgico de
afectación sobre las poblaciones expuestas y el ambiente en general,
cuando se tienen en cuenta todas las aplicaciones simultáneas de las
distintas parcelas que puedan cubrir un área de kilómetros a la
redonda.
Cada día surgen nuevos estudios y pruebas que demuestran que las
derivas de plaguicidas son incontrolables. Por esto debo decir que
las distancias de prohibición de aplicación de agroquímicos
establecidas por el fallo de la causa original, correspondiendo a
1000m y 3000m para aplicaciones terrestres y aéreas respectivamente,
si bien son un paliativo a la problemática y un punto de partida
para medidas futuras de mayor efecto, tampoco garantizará la nula
probabilidad de que derivas de campos distantes lleguen a las
escuelas rurales. En esto es clara la evidencia científica que
orienta que distancias que superen los 1000 metros de prohibición de
aplicaciones de plaguicidas a cercanías a poblaciones1,
tienen un efecto positivo en la salud de las mismas.
Ante la
gran incertidumbre, y sabiendo que estamos frente a sustancias
químicas de alta peligrosidad; siempre debemos apuntar a lograr
franjas de protección cada vez mayores, pero principalmente trabajar
en una urgente transformación productiva, con reemplazos de insumos.
En nuestro país son abundantes las opciones de producción sin
agroquímicos, enmarcadas en técnicas de Agroecología, Biodinámica,
Permacultura, Agricultura Regenerativa, entre otras. Estas opciones
vienen demostrando experiencias de gran estabilidad económica con
indicadores de mejoramiento en la calidad de los suelos y los
ecosistemas, que las hacen tan o más viables que las prácticas
agrícolas basadas en plaguicidas, e incomparables en términos
sanitarios, ambientales, y culturales.
Las derivas de plaguicidas son incontrolables |
Gracias
a estas experiencias, podemos afirmar que el avance en legislaciones
que alejen las sustancias tóxicas de las poblaciones y los
ecosistemas sensibles, además de garantizar el derecho
constitucional a un ambiente sano, apto y equilibrado (Art. 41 CN),
lejos de “prohibir” la actividad productiva, son excelentes
promotoras de cambios necesarios en los modelos agrícolas hacia
prácticas más sustentables.
Ing. Qco. Marcos Tomasoni
1 Entre muchos trabajos y experiencias que demuestran que el alejamiento de las aplicaciones tiene efectos positivos en la salud de las poblaciones, cito como ejemplo los trabajos de genotoxicidad que realiza el equipo que encabeza la Dra. Delia Aiassa, en la Universidad Nacional de Río Cuarto.
2) Presentación del Ingeniero Tomasoni sobre derivas de agroquímicos en la Cámara de Diputados de Entre Ríos, en el Ciclo de Socialización de Saberes, "Hacia un nuevo modelo de producción de alimentos", 20 de marzo de 2018.