Un pequeño ejemplo de lo que puede suceder si Bayer-Monsanto logra la aprobación de la ley de semillas.
Monsanto Argentina intimó a un productor de Gualeguaychú, activo integrante de la Federación Agraria Argentina en Entre Ríos, para exigirle el pago de más de 54 mil dólares en concepto de canon por el uso de semillas de soja con “Tecnología Intacta”.
Hasta ahora, Monsanto nunca logró conseguir los votos en el Congreso de la Nación para reformar la ley vigente de semillas que impide ese cobro ni pudo impedir el uso propio (que el productor conserve semillas para replantar), ni consiguió incorporar lo que se conoce como “regalías extendidas” en semillas. Ese lobby histórico de Monsanto hoy está a cargo del Diputado Nacional por Entre Ríos, Atilio Benedetti (quien pretende ser nuestro futuro gobernador).
Hoy las leyes vigentes que regulan semillas son la 20.247 que resguarda el uso propio y la 24.481 de patentes que en su artículo 7 establece categóricamente la prohibición de patentar material vivo.
Art.7 – No son patentables: b)
la totalidad del material biológico y genético existente en la naturaleza o su réplica , en lo procesos biológicos implícitos en la reproducción animal, vegetal y humana, incluidos los procesos genéticos relativos al material capaz de conducir su propia duplicación en condiciones normales y libres tal como ocurre en la naturaleza;
Sin ley, Monsanto utilizó contratos directos (productor-empresa) que hoy resultan en que un productor deba pagar una suma exhorbitante a la multinacional, aunque haya recibido esa semilla en parte de pago.
¿Qué estaba haciendo Federación Agraria mientras se firmaban esos contratos leoninos? ¿Qué hará la organización que se jacta de representar a los pequeños y medianos productores? ¿Recomienda pagar lo que no corresponde?
¿Por qué insisten con terquedad suicida en un modelo agrícola que los fundió y está acabado? ¿O acaso representan otros intereses distintos a los de los pequeños y medianos productores que dicen defender? Suelo degradado, insumos en dólares, pérdida del uso propio de las semillas, enfermedades y conflicto social en áreas rurales, concentración de capital, con la soja que no llega a 300 dólares la tonelada.
¿Quiénes son los ganadores de este modelo? Claramente los productores, NO.
¿Qué dicen al respecto los que sostienen este modelo de muerte en nuestra provincia? El Senador Alfredo De Angeli, Elbio Guía, Matías Martiarena, Walter Feldkamp, Atilio Benedetti, Juan Miguel Etchevehere y la liste sigue. Claramente, NO representan al campo.
Las semillas nacieron junto con la agricultura hace más de diez mil años seleccionadas por los pueblos originarios y por campesinas y campesinos que las pasaron de mano en mano hasta hoy cuando Monsanto pretende privatizar lo que nunca le perteneció.
Las semillas son de la humanidad y el primer eslabón de la cadena alimentaria. El alimento no es una mercancía. Sin semillas, no hay agroecología ni soberanía.
Carta documento de Monsanto Argentina contra un productor de Gualeguaychú |